Ripa y su particular visión de la “democracia venezolana”

ripaDice el señor Ripa, Secretario General de PODEMOS en Asturias, en la entrevista publicada en la Nueva España, que en Venezuela hay un gobierno que ha sido elegido democráticamente y que “no ha sido respetado por la oposición”

Venezuela es una dictadura en la que si protestas, te ejecutan aunque tengas 14 años y pidas clemencia. La supuesta elección democrática del hermano tonto de Super Mario, y no me refiero a Luigi, se produjo después de que cerraran los medios de comunicación, que informaban sobre el régimen. Se produjo después de robar empresas extranjeras rentables (nacionalizar lo llaman ellos, exprópiese, en palabras de Chávez), y repartirlas entre los amigotes a cambio de favores; también ganó las elecciones (el señor Maduro que habla con los pajaritos), a base de arruinar un país, con la cuarta reserva de petróleo del mundo, comprando voluntades de una minoría, a la que regalaban un nivel de vida confortable, a costa de arruinar a los que generaban riqueza.

Hoy, en Venezuela, comprar un preservativo cuesta lo mismo que un smartphone, tienen una economía de miseria, donde los pocos que se quedan, se creen que no hay que esforzarse porque el estado te regala, lo que quita a los que sudan cada mañana en trabajos, que con el nivel de inflación del país, ya no dan para comprar pan; y los que lo hacen, los que buscan mejorar trabajando duro y no poniéndose camisetas rojas (hay un vídeo donde niegan comida a uno que no es chavista), al no verse recompensados por ello, se van fuera. Venezuela es un estado fallido, donde si votas lo correcto, comes un día mas. Esta es la democracia que defiende el señor Ripa.

 

No le venden alimentos por no ser chavista

La “democracia venezolana” nunca tuvo tantos emigrantes repartidos por medio mundo, ni tasas de miseria tan grandes como la que existe ahora; y esto no lo pueden cambiar abriendo 1000 exposiciones como la de Madrid ni financiando a traidores a los DDHH, como este personaje que aspìra a representar a los asturianos. Ni siquiera el brillante asesoramiento (y bien pagado por cierto) de los señores Monedero, Errejón, Iglesias y Alegre, o de la señora Bescansa, pueden cambiar el hecho que la gente que protesta, se muere y no come, mientras quien es dócil, puede seguir malviviendo sin leche ni ropa en las tiendas, pero viviendo, que algo es algo.

Esos emigrantes, a los que antes me refería, estudiantes por ejemplo, no tienen acceso a su dinero porque el gobierno se lo requisa para “su revolución bolivariana”, en una especie de corralito que tanto gusta a la gente de PODEMOS, nada como quedarse lo que no es suyo, quedarse lo que otros han ganado, para levantar un país.

Estos estudiantes, iba diciendo, no pueden acceder a sus divisas y andan pidiendo favores a sus amigos para poder seguir estudiando y viviendo en España. Ya no solo es que te sea imposible vivir en tu tierra, no solo cuesta entender como se ven empujados a emigrar porque no tienen libertad ni bienes de primera necesidad, a pesar de estar sobre la cuarta reserva petrolera del mundo; sino que hasta el hacerlo fuera, no te libra de ser robado por un régimen de delincuentes.

Habla del miedo de los empresarios ¿Acaso no es lícito tenerlo cuando los llamáis explotadores? ¿No te acojonarias, aunque fuera un poquitín, si yo dijera que por mis narices tienes que pagar más dinero y ganar menos?

Cuesta entender que diga que los empresarios no deben temer a PODEMOS cuando sus primeras medidas son, si tienes éxito “te jodes y me pagas más impuestos”; cuesta no temer un partido envidioso, donde el trabajo duro obtiene como recompensa más beneficios para el holgazán.

Los empresarios tienen miedo, porque PODEMOS ofrece lo contrario a lo que necesitan, que es tranquilidad. PODEMOS ofrece impuestos aún más altos (si, todavía es posible que a los ciudadanos nos cobren más por serlo), ofrece menos derechos, más obligaciones y un futuro incierto.

Las empresas necesitan certeza para planificar el futuro y poder plantearse inversiones. La confianza se gana con políticas creíbles y de confianza, no con entrevistas falsas como esta.